Es cierto que, ahora mismo, la gama media está a un nivel increíble, hasta el punto de que incluso los usuarios más avanzados pueden vivir perfectamente con un smartphone de menos de 300 o 400 euros, algo que hace unos años era un poco más difícil que ahora.
Sin embargo, hay muchos usuarios que no son capaces de decidirse entre comprar un gama alta, para que le dure tres o cuatro años, o comprar un gama media y renovarlo al año siguiente. Por eso, vamos a contarte cuáles son las ventajas de cada opción, para que puedas decidir qué te conviene más.
¿Comprar un gama media y renovarlo? ¿O un gama alta y conservarlo?
Lo primero que tienes que tener en cuenta es que ambas posiciones son justificables, y hay motivos para decidirse por una o por otra. De hecho, pienso que, en cualquier caso, es difícil que estés descontento con el resultado. O bien tienes lo mejor del mercado, o bien tienes la libertad de poder cambiar de móvil cada poco tiempo y cambiar de fabricante cuando desees.
Cuestión de expectativas
Lo primero que tienes que tener en cuenta es que un gama alta supone un mayor desembolso de dinero, esto va a atarte –a no ser que el dinero no sea un problema para ti– a mantenerte con el mismo móvil durante, al menos un par de años o tres. Vas a tener que ver como tu móvil, que era lo mejor del mercado, se ve superado por otros. Y, evidentemente, te entrarán ganas de cambiarlo por el último modelo. Y si no pregúntale a un usuario de iPhone.
Mientras tanto, tu gama media nunca ha sido el mejor del mercado, ni lo será, y este, al ser más barato, se amortiza más rápidamente, de hecho, puedes cambiarlo cada poco tiempo por su bajo coste. Esto permite que cambies de un Xiaomi a un Moto, luego a un Sony y después a un Samsung sin gastarte más de lo que cuesta un gama alta. Bien es cierto que, en lugar de comprar un gama media actual, puedes cambiar a un gama alta del año pasado.
Por otra parte, cuando compras un gama alta, estás comprando lo mejor que hay en el mercado, con unas especificaciones por encima del resto y que, generalmente, cuentan con añadidos muy interesantes, como una pantalla sin marcos, doble cámara, bordes que funcionan como botones, o un stylus integrado. Además, siempre está ese intangible de saber que estás usando un smartphone top.
Sin embargo, con un gama media no tienes esa sensación. Es cierto que la gama media se mueve fluida, y no tiene mucho que envidiar a la gama alta, pero, evidentemente, un móvil de 200 euros no funciona como uno de 800. Básicamente lo que hablábamos antes: detalles que marcan la diferencia e intangibles que separan a un gama media de un gama alta.
¿Necesitas una buena cámara?
El punto que te puede obligar a decidirte es, sin duda, la cámara. El apartado fotográfico ha mejorado mucho en la gama media en los últimos años, pero si hay alguna certeza en el mundo de la telefonía es que un móvil de gama media nunca va a superar a uno de gama alta en el apartado fotográfico.
Buena prueba de ello es, por ejemplo, el Google Pixel. Este terminal ha sido referente en el apartado fotográfico desde que salió, con un sensor IMX378 Exmor RS de 12 megapíxeles. Este sensor es el mismo que montan móviles más baratos como el Xiaomi Mi5s, que, en su día, fue el mejor smartphone de Xiaomi.
Sin embargo, los resultados no son ni de lejos iguales. Y esto no tiene que ver con el precio del sensor, porque es el mismo, sino con los esfuerzos que hace la compañía de turno en optimizar a nivel de software los resultados fotográficos. Algo que a los fabricantes, en la gama media, no les merece la pena. Si ni siquiera actualizan el móvil ¿para que iban a esforzarse en sacar todo el provecho posible a la cámara?
Durabilidad a largo plazo
El último rayo de luz que podemos aportar en esta disyuntiva es el del desgaste del smartphone y la durabilidad de la batería. La obsolescencia programada es un hecho, no es una leyenda urbana ni nada por el estilo. Por mucho que te gastes en un smartphone, antes o después vas a tener que cambiarlo porque sus componentes se rompas, o porque lo destroces a base de caídas.
Si te compras un gama media al año, puedes evitar tener que andar reparándolo, o calibrando la batería, o cambiando componentes internos porque se desgasten, porque, al fin y al cabo, en un año no da tiempo a que el móvil empiece a flojear.
Sin embargo, como te hemos dicho antes, un gama alta supone una relación a largo plazo, en la que tienes que asumir que tras, más o menos, dos años, la batería va a empezar a perder sus propiedades, la pantalla –como pasaba con los S7– puede presentar problemas inherentes al móvil, o bien, se te puede romper por un golpe, teniendo que asumir tu bolsillo los costes de repararla.
Conclusiones y alternativas
Como conclusión, sólo podemos decirte que, a corto plazo es mucho mejor ir cambiando entre gamas medias, pero que, si quieres o necesitas especificaciones de gama alta, te tienes que comprar un gama alta, no hay fórmulas mágicas.
Pero estas no son tus dos únicas opciones, ya que siempre puedes recurrir al mercado de segunda mano para cambiar entre gamas altas, o buscar móviles intermedios con una gran relación calidad-precio para disfrutar de características de la gama alta a un precio contenido, como pasa en el OnePlus 3T, en el Xiaomi Mi6, o en otros smartphones como los Moto Z Play.
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