Existe cierto misterio y mucha curiosidad cuando se pronuncian las palabras la Deep Web y la Dark Web. Lo cierto es que solemos relacionar estos términos con actividades ilegales del estilo de venta de órganos, narcotráfico, sicarios y otras tantas barbaridades. La realidad es totalmente diferente y eso es algo que nadie nos explica. Por ello, vamos a ver a continuación cuáles son las principales verdades y mentiras de la Deep Web y la Dark Web que se cuentan en Internet.
Antes de nada, os vamos a recomendar una serie de artículos básicos para entender más sobre la Deep Web y la Dark Web. En primer lugar, es importante conocer las diferencias y eso lo encontramos en el artículo “Deep Web vs Dark Web ¿cuál es la diferencia?” que publicamos en esta web a finales del año pasado. Por si os pica el gusanillo de adentraros en este mundo, os recomendamos la lectura de “Quiero entrar en la Deep Web ¿por dónde empiezo?”, publicado en ADSLZone hace un par de años, pero todavía con total validez para los nuevos usuarios que quieran “investigar” un poco más.
Y ahora sí, toca conocer las verdades y mentiras que se cuentan sobre lo que vamos a encontrar en la Deep Web y la Dark Web. Os adelantamos una cosa, no todo es “venta de órganos humanos”, “narcotráfico” o “contratación de sicarios”. La Deep Web es algo bastante diferente que nada tiene que ver (al menos directamente) con actividades ilegales o fuera de la ley.
Verdades y mentiras de la Deep Web y la Dark Web
Gracias a una entrada en el blog de Panda vamos a poder conocer las verdades y mentiras de la Deep Web y la Dark Web. La Deep Web, como ya os hemos contando en alguna ocasión, está formada por todo el contenido de Internet que no está indexado en los buscadores. Es decir, todo el contenido que “no existe” si miramos desde la perspectiva de Google, Bing o Yahoo.
Esto no quiere decir que sea ilegal, ya que aquí dentro se engloba todo el contenido protegido por usuario y contraseña, todo lo que compartimos de forma privada en redes sociales como Facebook, todas las transacciones de nuestro banco o todas las series que vemos en Netflix. Este contenido, al no mostrarse de forma pública, no puede formar parte de la “cara visible” de Internet.
Lo mismo ocurre en el caso de las páginas dinámicas que encontramos en Internet. Aquí hablamos de las que nos permiten buscar (una casa, una oferta de Internet…) y nos devuelven un resultado personalizado según los parámetros que hayamos introducido. Esas tampoco se indexan dentro de los buscadores y por lo tanto forman parte de la Deep Web.
Es decir, Deep Web no es algo malo ni ilegal, es simplemente la parte (gran parte) de Internet que no se indexa dentro de los buscadores. Se estima que 9 de cada 10 contenidos de Internet están dentro de esta categoría y no son visibles directamente desde un buscador convencional.
Por otro lado, tenemos la Dark Web, otra parte de Internet que está dentro de la Deep Web. La principal diferencia con la Deep Web es que solo es accesible mediante Tor, la red privada y anónima que permite ocultar la IP y otros datos del usuario. Con su navegador Tor Browser podemos acceder de forma sencilla.
Verdades y falsos mitos de la Deep Web y la Dark Web
La primera verdad está relacionada con lo que ya hemos comentado. La Deep Web ocupa el 90% de Internet y en los buscadores solo vamos a poder localizar el 10%. Esto es una estimación que se realiza en base a parámetros y predicciones, ya que es complicado saber todo lo que está fuera del alcance de los buscadores.
Otra cosa cierta de la Dark Web está relacionada con extremar la precaución cuando nos adentramos en foros o chats. Esto es debido a que los hackers y ciberdelincuentes campan a sus anchas por aquí e intentarán engañarnos en cualquier momento. También se recomienda no descargar nada para evitar terminar con el ordenador secuestrado por ransomware.
Entre las cosas falsas, encontramos la afirmación de que la Deep Web y la Dark Web son lo mismo. La segunda forma parte de la primera y ya está. “La Deep Web está hecha por y para criminales”, de nuevo una mentira que se desmonta al conocer que la Deep Web es únicamente la parte que no indexan los buscadores.
Finalmente, la afirmación de que todo lo que hay en la Dark Web son drogas y armas también es falsa. Aquí encontramos muchos portales tremendamente interesantes donde se comparte información y opiniones de forma privada y anónima. Sin ir más lejos, la propia NASA aloja en la Deep Web muchas de sus investigaciones científicas para que estén al alcance de investigadores.
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